¿Qué se podemos ver y hacer durante la estancia?

Ávila es una ciudad situada en la comunidad autónoma de Castilla y León, en el centro de España. Es conocida por su bien conservada muralla medieval, que rodea el casco antiguo y es Patrimonio de la Humanidad. La catedral de Ávila y la Basílica de San Vicente son destacados ejemplos de arquitectura religiosa en la ciudad. Además, Santa Teresa de Jesús, una famosa mística y escritora española, nació en Ávila, y su casa natal se ha convertido en un lugar de peregrinación. La ciudad tiene un rico patrimonio histórico y cultural que atrae a turistas y visitantes.


Aquí os dejamos lugares que tenéis que visitar si o si de esta ciudad.

La importancia de la muralla en el mundo medieval está patente en Las Partidas de Alfonso X: Santas cosas son llamados los muros et las puertas de las cibdades et de las villas.

¿De aquí no podemos decir mucho, pues ella lo dice todo. Solo una invitación a reflexionar sobre su trazado, fundamental para comprender una ciudad de la que sus murallas fueron defensa militar (esto salta a la vista y más aún en las puertas militares del Alcázar y de San Vicente), cinturón sanitario (cerrada la ciudad se protegió de casi todas las pestes), frontera fiscal, aduana y pago de portazgos, la que dividía socialmente a la ciudad y soporte de otras arquitecturas (la puerta del Rastro o el palacio de Sofraga, y mucho más el Palacio Episcopal en el paseo del Rastro, son buenos ejemplos de cómo primero se aprovecha la muralla, para construir después la ciudad).

2,5 km de perímetro, 87 torreones, 9 puertas (y frente a cada una, una iglesia, una parroquia, un barrio) y una extensión de 33 hectáreas, dan para mucho. Se puede subir para recorrer el adarve por la Casa de las Carnicerías, en la calle de San Segundo, junto al cimorro, y recorrerlo hasta la puerta del Puente junto al río Adaja. Aunque quizás impresiona más la subida por la puerta del Alcázar, sólo tiene 300 metros de recorrido, pero las mejores vistas y algunas torres imponentes. Con la misma entrada se puede subir en los dos puntos.




La muralla de Ávila








La Catedral de Ávila

Proyectada como templo y fortaleza, destaca como elemento defensivo el ábside, conocido como cimorro (palabra antigua que significa torreón) y entestado en la muralla, es el cubo más robusto con 50 metros de diámetro.

Se levanta sobre los restos de un primitivo edificio dedicado a El Salvador. En 1172 se decide levantar una iglesia mayor en la ciudad y se encargan los trabajos al maestro de obras francés Fruchel (autor del cenotafio de San Vicente). Fruchel será el encargado de comenzar la consolidación del actual edificio, en estilo románico de transición al gótico y utilizando elementos constructivos muy modernos para la época; donde mejor se aprecia la mano de Fruchel es en la girola, doble, con un juego de columnas muy interesante y donde utiliza una piedra de una cantera pequeña que había en la ciudad de los cantos y los santos. Esta piedra sangrante, oxidada por el hierro de manera natural (piedra ferruginosa) tenía grandes inconvenientes para soportar los rigores climáticos de la ciudad, de manera que sólo se conserva en el interior del templo, pues todo el ábside en el exterior fue "forrado" de granito gris mucho más resistente (todavía se observa alguna mancha de la piedra rojiza al exterior). Esta cabecera se incrusta directamente en la muralla como un magnífico torreón que da al conjunto el marcado carácter de fortaleza. A la muerte del maestro francés, en 1192, las trazas originales se vieron modificadas, realizándose un templo de 3 naves, abandonando el último románico y proyectándolo en gótico francés, que hace de la Catedral la primera de su estilo en Castilla.

La tercera fase de las obras pertenece a los años de apogeo del gótico, desde finales del siglo XIII a mediados del XV. Entonces se reformó el crucero, se realizaron el claustro y las sacristías y se terminaron los muros superiores de la nave central.

Hacia 1470 se trasladó la puerta occidental al norte. En occidente se hizo una nueva entrada donde destacan los “salvajes” Gog y Magog, advirtiendo al fiel de que entra en un espacio sagrado y velando por él.

En el siglo XVI se colocan las vidrieras, se levanta un nuevo coro en el centro de la nave, siendo una de las grandes obras del templo junto al retablo del trascoro donde se cuenta la infancia de Cristo con detalles humanos y muy cercanos y destacando en el centro la adoración de los Reyes Magos o la imagen de San Pablo en la esquina del sur, se hace el retablo, iniciado por Pedro Berruguete, continuado por Santa Cruz y terminado por Juan de Borgoña y dedicado, como todo el templo, a Cristo y se coloca en el trasaltar la sepultura de don Alonso de Tostado y Ribera, El Tostado, célebre teólogo y obispo de la diócesis a mediados del XV, cuyo conjunto escultórico es obra del gran maestro Vasco de la Zarza, creador de la escuela de Ávila. Impresionante.

En el XVII se añade la capilla de los Velada y en el XVIII una nueva sala capitular.

De esta forma tenemos una catedral que presenta una gran mezcolanza de estilos y que a nadie deja impasible, para bien o para mal, pero todo el que la visita tiene algo que decir. El resultado de todo este proceso es un templo de 85 metros de largo, 42,5 m de ancho, 28 m de altura máxima en la nave central y 10 m de ancho.




Es su casa natal convertida en convento en 1639 para los frailes con la ayuda del Conde-Duque de Olivares (el escudo más grande de toda la fachada). Toda la escultura del interior es de Gregorio Fernández, incluido el retablo, y la iglesia se construye sobre la vivienda, haciendo coincidir el altar y la capilla con la habitación donde nació, como puede verse en un rincón donde se ha decorado un dormitorio con muebles de aquella época.

Aquí buscamos a la Teresa entusiasta de la lectura, de las vidas de santos y de las novelas de caballería.

Basílica y casa natal de Santa Teresa de Jesús




Puerta del Alcázar 

La Puerta del Alcázar en Ávila es un portal histórico que sirve como entrada majestuosa al corazón de la ciudad. Esta imponente estructura, parte integral de la muralla, representa un vínculo tangible entre el presente y el pasado glorioso de Ávila.


Construida en el siglo XII, la Puerta del Alcázar es un testimonio de la habilidad arquitectónica de la época medieval. Sus gruesos muros de piedra, torres defensivas y su diseño estratégico evocan la fortaleza y la seguridad que una vez resguardaron a la ciudad.


Esta puerta, con su arco de medio punto y sus detalles ornamentales, se alza como un monumento a la historia militar y civil de Ávila. A través de ella, generaciones han entrado y salido, llevando consigo la historia viva de la ciudad y contribuyendo a la narrativa en constante evolución de este enclave histórico.


La Puerta del Alcázar no solo es un símbolo de fortaleza y protección, sino también un faro que guía a los visitantes hacia la riqueza cultural y el legado histórico que envuelven a Ávila, recordándonos la importancia de preservar y apreciar la herencia de tiempos pasados.


La Plaza del Mercado Grande en Ávila es un escenario vivo que respira la esencia de la vida cotidiana y el bullicio histórico de la ciudad. Este espacio, que data del siglo XVI, es un punto neurálgico donde convergen la historia, la actividad comercial y la sociabilidad de sus habitantes.


Rodeada por edificios con encanto y arcadas que evocan tiempos pasados, la Plaza del Mercado Grande ha sido testigo de siglos de intercambio cultural y económico. Su diseño simétrico y su amplitud brindan un espacio generoso para la celebración de eventos, mercados y encuentros comunitarios.


El ambiente animado y acogedor de la plaza invita a pasear entre sus puestos de mercado, disfrutar de la gastronomía local en sus terrazas al aire libre o simplemente contemplar la arquitectura histórica que la rodea. En ella, la vida moderna se entremezcla con la historia antigua, creando un ambiente único que refleja la identidad y la vitalidad de Ávila.


La Plaza del Mercado Grande, más que un lugar de transacciones comerciales, es un espacio donde palpita el corazón de la ciudad, un punto de encuentro donde convergen el pasado y el presente, enriqueciendo la experiencia de quienes la visitan con su encanto y su legado cultural.




Plaza del mercado Grande

Basílica de San Vicente




El gran modelo del románico abulense, al que sus cuidadas proporciones le convierten en un ejemplo único del románico hispano y de transición.

Es el lugar cristiano más antiguo de la ciudad, ya que se levanta en el lugar donde la tradición señala fueron martirizados tres hermanos, Vicente, Sabina y Cristeta, defensores de un naciente cristianismo cuando Hispania aún era provincia romana, allá por el año 307, en la persecución del emperador Diocleciano. Durante siglos la tradición mantuvo viva la historia, respetando el lugar y transmitiendo la historia, hasta que en 1130 se inicia la construcción que se prolongará hasta fines del siglo XII.

El lugar elegido presenta una situación orográfica muy difícil, con un desnivel de terreno que obliga a levantar una cripta, dedicada a la Virgen de la Soterraña para poder construir la iglesia encima.

Todo en San Vicente es interesante: la simbología románica, la orientación de la iglesia, la cabecera con los ábsides, los capiteles de la capilla mayor, el retablo barroco que cumple con todos los gustos de aquel momento, la portada occidental con un apostolado incompleto.

Y sin duda alguna la mejor obra es el mal llamado sepulcro (cenotafio, porque está vacío) que cuenta la historia de los tres hermanos. La historia se cuenta como en un cómic, por eso Umberto Eco dijo que este es el antecedente del cómic del siglo XX. Una verdadera obra de arte llena de contenido y de mensaje.


La Plaza del Mercado Chico de Ávila es un rincón encantador que respira historia y vitalidad. Este espacio, de atmósfera acogedora, es un punto neurálgico donde se entrelazan la tradición, la actividad comercial y la vida cotidiana de la ciudad.


Rodeada por edificios históricos y balcones que atestiguan siglos de historia, la Plaza del Mercado Chico es un tesoro arquitectónico en el corazón de Ávila. Su tamaño más íntimo en comparación con otras plazas la hace un lugar idóneo para disfrutar de la calma y la belleza de la ciudad.


El ambiente vibrante y pintoresco de esta plaza invita a disfrutar de la gastronomía local en sus terrazas, a contemplar la arquitectura medieval que la rodea o simplemente a sumergirse en la atmósfera relajada que la caracteriza. Con su encanto único, la Plaza del Mercado Chico es un reflejo de la esencia y la historia de Ávila, ofreciendo a sus visitantes una experiencia inolvidable impregnada de autenticidad y tradición.


Plaza del mercado Chico

Los Cuatro postes

Empezamos por este lugar que nos muestra la mejor (y más típica) vista de la ciudad y el conjunto amurallado. La orografía de la ciudad, como desciende, desde la Catedral hasta el río, tanto físicamente como en lo social: allí arriba, la zona noble y señorial y hacia abajo los judíos relegados a estas calles y los oficios cercanos al río: tintoreros, curtidores, molineros, aguadores,… una zona casi industrial y bastante insalubre y degradada. Al norte, los canteros y al sur los labradores y los moriscos.


Tiene el inconveniente de estar retirado del centro, pero tiene una carga tanto histórica como artística que nadie debería pasar por Ávila sin visitarlo.

Fue construido bajo el mecenazgo de Hernán Núñez de Arnalte -tesorero de los Reyes Católicos que dejó expreso su deseo en testamento, pidiendo que estuviera en manos de los dominicos-, su mujer María Dávila, el inquisidor fray Tomás de Torquemada y los Reyes Católicos. Oportunamente, la reina Isabel decidió instaurar aquí un centro de estudios que pronto se convirtió en una de las primeras universidades españolas (la novena) y cuya aula magna y el refectorio se conservan todavía en el ala sur del claustro del Silencio. Jovellanos fue su más famoso alumno.

Los trabajos comenzaron en 1482 y terminaron en 1493, recién conquistado el reino de Granada.

En 1597 murió en Salamanca el príncipe don Juan, único hijo varón, y por tanto heredero y continuador de la política de los católicos. Aquí estuvo enterrado y se conserva su sepulcro, debajo del primitivo altar mayor, obra de Domenico Fancelli y hecho en mármol de Carrara. Y con el príncipe murió también una parte de la historia de España; heredó el trono su hermana Juana y quedamos en manos de los Austrias por unos cuantos siglos.

El monasterio fue desamortizado bajo el mandato de Mendizábal. Lo compró un particular, José Bachiller, que lo conservó sin desmantelar. A su muerte, sus herederos no se hicieron con los impuestos y lo perdieron. Su subastó públicamente y lo compró la reina Isabel II, quien se lo devolvió a los dominicos.

 

Posteriormente, también los Católicos deciden construir un palacio en torno a uno de los claustros, llamado precisamente de los Reyes. Actualmente las estancias del palacio albergan un Museo de Arte Oriental y uno de Ciencias Naturales.

Vista tanta historia es de imaginar la importancia de lo artístico: arte gótico, el retablo de un artista de moda, Pedro Berruguete, el coro con los sitiales de los reyes, el altar situado en alto, el sepulcro, los tres claustros,… Hay tanto que ver… 

Real Monasterio de Santo Tomás  

Arquitectura civil


Azorín al referirse a la ciudad decía: "Ávila es, entre todas las ciudades españolas, la más del XVI". Esta afirmación viene corroborada, entre otras cosas, por la existencia de una arquitectura civil de casas fuertes y palacios que, en lo esencial, se edificaron entre los últimos años del siglo XV y durante el XVI, coincidiendo con una etapa de apogeo socio-económico que la ciudad experimentará y que conllevará, entre otras mejoras urbanas, la rehabilitación de las antiguas casonas medievales o su demolición, para levantar otras bajo la nueva moda renacentista.

El emplazamiento de estas casas revela el agrupamiento de las familias abulenses de acuerdo con su linaje y, al mismo tiempo, responde a razones defensivas, ya que a los caballeros correspondía la defensa de la ciudad, de ahí su vinculación a la muralla.

La mayoría están situadas en la zona alta de la ciudad e intramuros, siguiendo el trazado de los lienzos de la muralla, formando un segundo cinturón de defensa hacia el interior, adosadas a los muros o configurando plazas en torno a las puertas de acceso a la ciudad.

Esto resume muy bien la riqueza de la ciudad en elementos civiles, hoy muchos recuperados por la intervención de la iniciativa privada (como algunos hoteles, o el Palacio de los Dávila, el único que sigue siendo vivienda particular) o de la intervención pública. Casi todos quedan de paso, antes o después, por el recorrido del centro de la ciudad.

Veremos cómo se repite el modelo de fachada con un matacán o balcón en la parte alta y sobre la puerta para defenderla de posibles ataques, igual que habremos visto en algunas zonas de la muralla, la entrada generalmente descentrada en la fachada, los escudos de la familia como único elemento decorativo, el arco de medio punto con grandes dovelas, la puerta generalmente asociada a una ventana,….

Actualmente se pueden encontrar abiertos algunos, lo que nos permite conocer los patios y cómo la vida giraba en torno a ellos, alguna escalinata ornamental o algún rincón interesante: Audiencia Provincial en el Núñez Vela. Tiene una escalera monumental trazada en tres tramos y un patio sencillísimo con su pozo. Archivo Histórico Militar en Polentinos. Abre todos los días y es gratuito. La fachada es la más decorada de todas y el patio interior impresiona también. Además tiene un pequeño museo de la Intendencia militar muy interesante, pues por algo fue la Academia de Intendencia desde 1875. La Diputación Provincial en el Torreón de los Guzmanes y dentro está el segundo verraco más grande de la provincia, además de un centro de interpretación de la cultura vettona; y si se puede entrar al patio la vista del torreón desde dentro impresiona. Algunas dependencias del ayuntamiento en los Verdugo, donde destaca la cubierta de la escalera con trazas mudéjares y el patio con dos crujías originales. En Superunda, la colección del pintor Guido Caprotti que se enamoró de Ávila, compró y vivió en esta casa y la dejó cedida a la ciudad junto a una buena parte de sus obras.


Una de las pocas construidas intramuros que fue parroquia de la nobleza y que conserva la pila bautismal, donde un 4 de abril de 1515 fue bautizada.

Convento de Gracia. Donde fue internada Teresa con 15 años para que madurase y recibiera formación. La tutela de la madre María Briceño fue esencial en su formación y en su decisión de ser religiosa.

Encontramos a Teresa buscando qué camino tomar: ¿el del matrimonio o el de la religión? Ella dice que temía casarse, pero tampoco tenía muy clara la vocación religiosa.

Iglesia de San Juan. 



Monasterio de La Encarnación 


Aquí llegó Teresa con 20 años y en contra de la voluntad de su padre (su madre murió cuando ella solo tenía 9). Vivió 27 años y 3 más tarde como priora y entre estos muros se preparó la Reforma de la orden que, como tantas otras, se había desviado de sus orígenes de austeridad, pobreza y clausura. Curiosamente estas monjas, que hoy siguen la regla de santa Teresa, no aceptaron su reforma hasta bien entrado el siglo XX, cuando su seguidora, la Madre Maravillas, planteó el cambio. Entonces hicieron el museo actual ocupando partes originales del convento.

De aquí sale la Teresa empresaria, la que se atreve a romper normas y fundar un pequeño convento y otros 16 con los que tiene que negociar, apretar a sus benefactores, convencer a las monjas que le siguen, amueblar barato,…

Y también aquí vive lo que se conoce como su “conversión”, cuando a los 47 años da un giro radical a su vida buscando encontrar a Cristo; aquí va surgiendo la Teresa santa.

Es la primera fundación de la Santa, siendo muchas las dificultades que se encontró para llevar a buen término su proyecto, necesitando de la ayuda de familiares, amigos y miembros de la nobleza y del clero abulense. Para su financiación contó con los envíos que realizaba su hermano Lorenzo de Cepeda desde las Indias, por eso está enterrado en una de las capillas.

Se funda el 24 de agosto de 1562. Tomaron el hábito cuatro novicias en la nueva Orden de las Carmelitas Descalzas. Hubo alborotos en Ávila, y se obligó a Teresa a regresar a La Encarnación; calmados los ánimos, vivió cuatro años en San José con gran austeridad (y, según dice ella, los más felices). Con él se inició la andadura por toda la geografía de Castilla y parte de Andalucía hasta fundar 16 conventos más.

Y aquí vemos a la mujer que busca igualdad real y social entre las monjas. Y a la escritora, pues en el poco tiempo que estuvo en San José, del tirón y casi sin correcciones, escribió una de sus grandes obras, Camino de perfección.

Monasterio de San José – Las Madres

Palacio de Núñez Vela. 




La casa de su padrino de bautismo, el virrey del Perú, Blasco Núñez Vela, que al irse a América se llevó a algún hermano de Santa Teresa con él. 

Recorrer Ávila y atreverse a conocer tantas propuestas, te han trasladado a otros

tiempos, quizás de mayor auge en la ciudad, a diversos momentos de su historia y

de quienes la forjaron. Seguro que has podido encontrar un rincón que has hecho

especial.

¿Has visto ponerse el sol en el paseo del Rastro? ¿Has reparado en algunas

arquitecturas de finales del XIX y del XX, en alguna fachada, en una piedra que

desentona en el conjunto de la muralla que parece igual y no lo es, en un escudo

señorial o en una esquina de un palacio? ¿Una torre de piedra o de ladrillo? ¿Has oído

toque de campanas?

Seguro que has ido de plaza a plaza, del Chico al Grande, que eran mercados

antiguamente y hoy las dos grandes plazas de la ciudad, donde el Mercado Chico,

presidido por el Ayuntamiento, todavía celebra cada viernes la venta de productos del

terreno y el Mercado Grande se templa al sol bajo sus soportales modernistas.

Si tienes ganas de más, no olvides la provincia llena de propuestas interesantísimas.

Puedes conocerla en: https://www.turismoavila.com/web/inicio/

Y, desde luego, ¿no habrás dejado de tomar un vino, un tapeo, unas revolconas y todo

tipo de aperitivos, un chuletón de Ávila?

Ahora sí has vivido la ciudad de Alojamiento Aurora.